5 razones por las que todo amante de la nieve debe esquiar en Argentina

Porque los centros de esquí son de los mejores del planeta. Porque los precios son más que accesibles. Porque, ¿qué mejor que esquiar en el Fin del Mundo? En esta nota, cinco razones por las que Argentina nevada es el paraíso para todo fanático de los deportes de nieve, y conocerla en invierno es, sencillamente, imperdible.

Deslizar por montañas teñidas de blanco y disfrutar de la brisa fría en la cara. Saborear el mejor chocolate caliente y templar con su aroma cálido la nariz helada. Admirar la inconfundible Cordillera de los Andes nevada y dejar escapar más de un suspiro en el proceso. Fotografiar árboles que posan junto a interminables mantos de nieve. Cerrar el día acompañando el atardecer con una buena cerveza artesanal en mano.

Que Argentina y la nieve se llevan muy bien es innegable, y viajar a su tierra en invierno es una obligación para todo aficionado de las bajas temperaturas. Razones sobran para conocerla en época de nieve - de junio a septiembre - y van desde precios súper accesibles hasta gastronomía de lujo, centros de esquí distinguidos mundialmente y paisajes insuperables.

Principiantes y expertos, viajeros y deportistas, grandes y chicos. El territorio albiceleste ofrece un atractivo para todos, la única condición es querer disfrutar del frío en su mejor versión. Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego prestan sus picos nevados con estupendas instalaciones para todo aquel que quiera desafiar las leyes de la gravedad y sentir la adenalina al deslizarse por la nieve del Fin del Mundo.

Entonces, ¿por qué esquiar en Argentina? Acá, cinco razones:

 

 1- Porque los precios son súper accesibles

Los deportes de nieve tienen la fama de ser costosos. Pero en Argentina los placeres no se limitan y eso incluye la variable precios. En promedio, el costo del pase por una semana en temporada alta (durante el mes de julio y agosto) para este 2022 es de tan solo 280 dólares, mientras que en el resto del mundo los pases semanales arrancan alrededor de los 450 dólares. Una semana de esquí, snowboard o el deporte elegido en algunas de las mejores pistas del planeta y a casi la mitad del precio que en cualquier otro lugar. Mejor, imposible.

 

2- Por la calidad de los centros de esquí

Chapelco, en Neuquén, es el centro de esquí ganador de Argentina por los World Ski Awards 2020, premio que se le otorgó por quinta vez en los últimos seis años. El Cerro Catedral en la ciudad de Bariloche es el más grande de Sudamérica. El centro más austral del mundo es el Cerro Castor y está - por supuesto - en Tierra del Fuego. Las Leñas, Mendoza, es considerado el mejor de los Andes para quienes se animen a hacer fuera de pista y el único de la región que habilita la posibilidad de esquiar de noche y con la luna de testigo. En Chubut, el centro de La Hoya reúne condiciones del clima que garantizan una nieve ideal - seca y en polvo - a lo largo de toda la temporada. Y la lista sigue: Argentina es dueña de varios récords si de la estación blanca se trata y sus destinos de esquí tienen un merecido lugar entre los mejores del mundo.

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 3- Porque la gastronomía es ideal para coronar un día arduo de esquí

¿Qué mejor que recuperar fuerzas con un plato de cordero patagónico al asador? ¿O probar la famosa trucha acompañada de papines andinos? ¿Qué tal una cazuela de centolla, plato estrella fueguino, para combatir el frío invernal? La gastronomía del sur argentino se presta como el broche de oro perfecto para un día de mucho esfuerzo de piernas. Y, como destino del buen comer, Argentina no solo está a la altura en la calidad de sus platos sino también en las excelentes bebidas que ofrece. En un viaje a la Patagonia es imperdible probar la cerveza artesanal, muy famosa por aquellos pagos. Y para la hora del té nada mejor que un espeso y dulce chocolate caliente (o ¨submarino¨, como le suelen llamar los locales). Después de una jornada de deportes en la nieve y su correspondiente panzada, una noche de sueño profundo está más que asegurada.

 

4- Por sus paisajes de ensueño

Claro que existen factores decisivos cuando se trata de elegir a dónde ir a esquiar, y tienen que ver con la calidad de la nieve, la variedad de las pistas y la aptitud de los establecimientos, entre otros. Argentina cumple con honores con todos, pero suma un componente extra que mueve la aguja a su favor a la hora de decidir el próximo destino de invierno: los paisajes. Lagos de colores que van desde el turquesa hasta el azul profundo, miradores panorámicos de otro planeta, volcanes, el Aconcagua - la montaña más alta de América -, parques naturales en los que habita la más fascinante fauna, bosques profundos, cascadas infinitas y más coordenadas hacen que el viaje valga aún más la pena.

 

5- Por la variedad: hay actividades para todos los gustos

El país cuenta con un total de 18 centros de esquí y esa amplitud se ve reflejada también en su diversidad. Desde algunos con renombre internacional, hasta otros más pequeños y familiares, ideales para quienes prefieran una experiencia más tranquila. Pistas para principiantes, avanzados y expertos dividen las montañas por colores según la dificultad y se habilitan también recorridos fuera de pista para los más valientes y experimentados. Quienes no sean tan amigos del deporte de nieve no quedan afuera del plan: tienen para elegir entre actividades como trekking, recorridos en motos de nieve, caminatas con raqueta, paseos en trineo y hasta patinaje sobre hielo. Por supuesto, no va a faltar la oportunidad de aprender en alguna de las escuelas de la mano de instructores profesionales. Independientemente de cuál sea el camino que se elija, la ecuación final es la misma: ropa llena (de nieve), corazón contento.

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