Ruta Natural: ¿qué animales hay que descubrir sí o sí?
Como los Big Five de Sudáfrica, Argentina tiene su propia lista de animales que todo viajero debería encontrar. Orcas, ballenas, tucanes, yacarés, cóndores, guanacos, flamencos y mucho más. Acá, un recorrido por los imperdibles del territorio:
Hubo un momento en la vida en el que completar un álbum de figuritas era tu tarea preferida. Paquetes después del colegio. Fila en el recreo. Mazos de stickers repetidos y llenos de colores. Bueno, Argentina tiene su versión adulta (y para toda la familia). Porque el territorio albiceleste es esa fiesta a la que están todos invitados, incluso los animales. Recorrer sus caminos, entonces, es casi como caminar por ese álbum donde cada vez que te cruzás con un animalito, se completa una página. Y aunque es una lista interminable, hay cientos de locaciones que te permiten perseguir como Sherlock las huellas de cada una de esas criaturas.
El país del sur es tierra de naturaleza, de texturas y postales increíbles. Es todo lo que uno busca para descansar la mirada sobre tonalidades admirables. Es un arcoíris de imágenes y un sinfín de geografías que maravillan a quien decida caminarlas. Es por eso y mucho más que recibe visitas diarias y estacionales de distintos tipos de especies. Dónde ir, cuándo y qué animales encontrar en una nota que recorre algunas de las rutas naturales más impactantes del país:
Ciervos, carpinchos, yacarés, corzuelas, monos y aves en la Ruta del Iberá
En guaraní, Iberá significa agua que brilla. Si fuiste, sabrás que no existe nombre más acertado. De hecho, entendés más que nadie que esas corrientes no son las únicas que regalan destellos. No, porque la mirada de cada persona que se adentra en la aventura correntina vuelve iluminada. Es que descubrir la vida de uno de los humedales más grandes del mundo es una oferta que nadie puede (ni quiere) rechazar.
Los Esteros del Iberá en Corrientes son un manto acuático que pareciera nunca terminar. Un pulmón vital para especies de todo tipo. Un camino de 12.000 kilómetros que enamora hasta los viajeros más exigentes. Más de 350 especies de aves, yacarés, carpinchos (ícono de la fauna albiceleste), ciervos de los pantanos, monos carayá y más animales están listos para jugar y posar entre los colores de su hábitat natural.
Ahora, ¿cuáles son las coordenadas exactas y cuándo conviene ir? El Parque Nacional y Provincial Iberá y el PN Mburucuyá; de mayo a junio para evitar las altas temperaturas y apreciar bien de cerca a todas las criaturas.
Monos, coatíes, agutíes, tucanes, mariposas y hasta yaguaretés en la Ruta de la Selva Misionera
Hogar de una de las siete maravillas naturales del mundo. La descripción perfecta de inmensidad y potencia. Misiones - y su camino natural - concede a los viajantes una experiencia única y revitalizante. La selva, con sus melodías y pureza, funciona como el espacio ideal para el disfrute de cientos de familias del reino animal. ¿Una parada icónica? La Garganta del Diablo, dentro del Parque Nacional Iguazú. Pero, por supuesto, aquel espectáculo es tan solo la punta del iceberg. Abundan los Parques Provinciales y reservas naturales donde se repite la fórmula del éxito: agua a montones y verdes extensos.
Y, entre aires selváticos, los animales también dicen presente en los Parques Provinciales de Moconá, Salto Encantado y Urugua-í. Si bien esta ruta se puede visitar todo el año, durante el invierno - y especialmente el mes de agosto - hay menos cantidad de lluvias, bajan las temperaturas y es la mejor época para ver colibríes, tucanes y aves pequeñas como fruteros y sairás.
Lobos marinos, ballenas francas, orcas, delfines, toninas overas, pingüinos, elefantes marinos y más en la ruta del Mar Patagónico y la del Fin del mundo
Hacer snorkel con lobos marinos. Avistar de cerca el baile de ballenas francas, orcas, delfines y toninas overas. Reinterpretar el blanco y negro junto a miles de pingüinos. Visitar colonias de elefantes marinos. Bucear entre arrecifes y bosques de algas. Ser testigo de los escurridizos zorros, choiques, armadillos, guanacos y maras. Experiencias inolvidables por Argentina, sobran. Particularmente en la Ruta del Mar Patagónico y el mismísimo Fin del Mundo cuando llegan los meses de agosto a diciembre. Porque la primavera argentino no solo recibe flores, sino también las visitas costeras de miles de criaturas acuáticas y terrestres que regalan a los turistas espectáculos sincronizados. ¿Lo mejor? Desciframos qué puntos son clave para saludarlas.
Ushuaia y el Canal Beagle en el Fin del Mundo. El Área Natural Protegida (ANP) Complejo Islote Lobos en Río Negro. Paraísos naturales en Chubut como el ANP Península Valdés y Golfo Nuevo, el ANP Punta Tombo, el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral y el ANP Cabo Dos Bahías. Santa Cruz - dueña de uno de los glaciares más imponentes del mundo - también dice que sí, si de avistar amigos marítimos se trata: en Puerto y Río Deseado, Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino, Puerto San Julián, Parque Interjurisdiccional Marino Makenke y Parque Nacional Monte León.
Vizcachas, carpinchos, ñandúes, lobitos de río, zorros y lagartos overos en la Ruta del Litoral y los Grandes Ríos
Acampar bajo la luz de cielos estrellados y el sonido de la naturaleza es posible en el Litoral argentino. Más específicamente en la provincia de Entre Ríos, dentro del Parque Nacional el Palmar y la Reserva Privada La Aurora del Palmar. Y no estamos hablando de cualquier destino, porque ese conjunto de palmeras es único en el mundo. Estadística suficiente para ponerlo en el mapa de turistas del mundo entero, ¿verdad?
Desde ya, la premisa de conocer algunas de las especies más lindas y variadas del país se sostiene: vizcachas, carpinchos, ñandúes, lobitos de río, zorros y lagartos overos saludan a los pasajeros desde su hogar. ¿Ya te tentamos? Este plan encuentra su mejor versión a partir de noviembre, junto al florecimiento de la flor nacional: el ceibo. Todo se tiñe de tonalidades rojizas y rosadas y el sol primaveral solo mejora la idea de aventuras acuáticas en la ribera del este argentino.
Vicuñas, flamencos y otras aves en la Ruta de los Altos Andes y la Ruta de la Puna
¿Qué tienen en común la Reserva Provincial Laguna Blanca en Catamarca y el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos de Jujuy? Que ambos destinos - además de ser hipnotizantes - tienen infinitos focos de agua repletos de flamencos y aves. Dos escenarios magníficos para disparar con la lente que acompañe y retratar el rosa y la elegancia que solo los flamencos saben portar. Y, como si fuera poco, las 170.000 hectáreas del Parque Nacional San Guillermo en San Juan esconden miles de familias de vicuñas que impactan con su tranquilidad a turistas vecinos.
Osos hormigueros, pecaríes, armadillos, tapires y aves en la Ruta del Gran Chaco y la Ruta de los Valles, Quebradas y Yungas
Ya quedó claro que ir en busca de especies increíbles por Argentina es un plan que todo viajero debería tener en su radar. Y, si hablamos de registrar animalitos, el bosque chaqueño es de las locaciones más imperdibles. Precisamente los inabarcables kilómetros del PN El Impenetrable, Parque Provincial Loro Hablador y el Fuerte Esperanza. Eso sí, para ver la mejor cara de la naturaleza subtropical, la recomendación es ir durante el invierno sureño (de julio a agosto).
Ahora bien, la propuesta de dejarse sorprender por las andanzas de osos hormigueros, pecaríes, armadillos, tapires y aves; también encuentra un sinfín de posibilidades en el norte argentino. ¿Dónde? En la Ruta de los Valles, Quebradas y Yungas - en especial en Salta -, que regala paisajes que dejarán sin aliento.
Cóndores, huemules, guanacos, pumas y choiques en la Ruta de la Patagonia Austral
La ruta ideal para aventureros valientes. Trekking sobre piedras heladas. Una de las masas de hielo milenarias más importantes del mundo. Montañas de picos maravillosos. Patrimonios de la Humanidad declarados por la UNESCO. Parques Nacionales inmensos como el Perito Moreno y Los Glaciares. No quedan dudas, la Patagonia Austral es la definición perfecta de paraíso natural. Y no solo para los humanos, porque cóndores, huemules, guanacos, pumas y choiques también eligen a Santa Cruz como hogar de travesías. Así que si el verano argentino te encuentra sin plan, guardá este lugar para gastar las zapatillas como corresponde.
Zorros, guanacos y armadillos en la Ruta de los Desiertos y Volcanes, la Ruta de las Sierras Centrales y la Ruta de la Estepa
El otoño trae consigo la maduración rojiza de miles de hojas que maquillan paisajes enteros. Y claro que en la Ruta de los Desiertos y Volcanes, la fórmula se cumple con honores. Porque la estación para visitarla es efectivamente cuando las hojas caen, pero además sus postales son igual de rojas. Sí, el monocromo encuentra su costado más atractivo en los Parques Nacionales Talampaya (La Rioja) e Ischigualasto (San Juan). La energía que se siente entre sus paredones anaranjados es inexplicable y tal vez tiene que ver con que hace 180 millones de años, ese suelo también lo pisaron los dinosaurios. Recorrerlo en 4x4 es casi como vivir un viaje en el tiempo.
Por supuesto, los lujos naturales continúan. Esta vez en la Ruta de las Sierras Centrales, donde la receta del rojo permanece intacta. Si lo que se busca es tranquilidad, el Parque Nacional Sierra de las Quijadas inundará el corazón de los viajeros. Y de la misma forma, el Parque Nacional Lihué Calel de La Pampa, en la Ruta de la Estepa, regala aires desiertos y silenciosos perfectos para encontrar la ansiada desconexión. Justamente por eso, zorros, guanacos y armadillos conviven en paz con las visitas constantes de los humanos.
La brama del ciervo colorado en la Ruta de las Llanuras y la Costa Atlántica
¿Sabías que esta especie fue introducida desde Europa? Obviamente, el tiempo pasó y hoy ya forma parte del acervo cultural pampeano que se puede descubrir en la Reserva Provincial Parque Luro. Lo más curioso es que en su momento esta locación fue el primer coto de caza organizado del país, liderado por Pedro Luro. Hoy en día, lejísimos de su función original, es un refugio natural de flora y fauna nativa repleto de naturaleza que eligen turistas del mundo entero.
Yacarés, carpinchos, boas curiyú y colonias inmensas de cigüeñas jabirú, garzas y espátulas rosadas en la Ruta del Gran Chaco
Nuevamente el Gran Chaco sorprende a miles de viajeros con su magia natural. Esta vez en Formosa, dentro del Parque Nacional Río Pilcomayo y en Bañado la Estrella, una de las siete maravillas naturales argentinas. De hecho, este último está tercero en el podio de los humedales más grandes del Cono Sur y segundo en los de Argentina. Imaginate, entonces, el nivel de biodiversidad que se registra en sus miles de hectáreas. Por eso se pueden avistar hasta 400 especies de aves y cientos de seres vivos. ¿Su imperdible? Uno de los atardeceres más lindos del país sobre un paseo en canoa desde el agua.