Qué hacer en 72 horas por Buenos Aires, la capital de Argentina

Lidera rankings académicos y gastronómicos. Es cuna de artistas y pasiones. Tiene su cara más movida que convive a la perfección con aquella otra donde la naturaleza regala cientos de momentos de paz.

Ofrece un sinfín de planes para todo quien decida recorrerla. Buenos Aires es grande, sí, por eso te contamos qué lugares considerar en tu primera visita:   

Energía vibrante, noches infinitas y alternativas culturales. El resumen perfecto. Es que los rincones de Buenos Aires nunca duermen y sus propuestas nacen a diario. Para muchos, uno de sus grandes encantos. Para otros, el motivo principal por el cual ninguna medida de tiempo será suficiente para conocer todo lo que esta gran ciudad tiene para ofrecer. Aunque lo cierto es que 72 horas alcanzan para emocionarte hasta la última fibra. 

Anotá la agenda que hicieron más de 90 buyers invitados por Visit Argentina en el marco de la FIT en un fin de semana y usala para tus primeros pasos por la urbe porteña:

Día 1: historia en las zonas de Plaza de Mayo, San Telmo, Puerto Madero y Recoleta 

Que las calles cuentan secretos, no es novedad. Por eso no hay nada más lindo que perderse en ellas para encontrarse con cada uno de esos relatos. Debajo te revelamos qué esquinas visitar - y descubrir - en algunos de los barrios estrella de la capital:

La zona histórica de la ciudad es fundamental para conocer a fondo la memoria del país. Primera parada: la Plaza de Mayo, un lugar que fue y seguirá siendo testigo de algunos de los hitos más cruciales de nuestra historia. Se trata de una locación que aún con el paso del tiempo sigue funcionando para miles de argentinos como punto de encuentro, tanto para festejos como reclamos del pueblo. Tal fue el caso de 1810, cuando se reunieron los patriotas que marcaron los primeros pasos hacia la Independencia, o en 1983, cuando se celebró la esperada vuelta a la democracia. Por supuesto, su protagonismo se debe en gran medida al edificio que se alza enfrente: la famosa Casa Rosada. Otro imperdible local que cuenta con visitas guiadas y funciona como base del Poder Ejecutivo de la Nación. Como si fuera poco, a solo algunos pasos de este dúo, hay joyitas arquitectónicas de alto calibre histórico como el Cabildo y la Catedral, entre otros. 

San Telmo sigue siendo parte del Casco Histórico de Buenos Aires y claro que recorrerlo es dar pasos hacia tiempos pasados. Es considerado como la meca del espíritu tanguero así que - para suerte de muchos - disfrutar de sus exponentes callejeros al compás del 2x4 es una experiencia que se da en varios adoquines del barrio. Ahora bien, si se quiere ser parte de la melodía seductora, hay bares como La Ventana, El Querandí o El Viejo Almacén que enseñan los pasos de uno de los ritmos argentinos más conocidos. El corazón de la zona se lo lleva la Plaza Dorrego - tan solo la segunda más antigua de la ciudad - que además de bella es sede de una gran feria los días domingo. ¿Dónde exactamente? Se extiende por las calles de Humberto Primo y Defensa hasta Parque Lezama y parte del Pasaje Giuffra. Dato: es un muy buen lugar para coleccionar recuerdos que cruzarán fronteras, porque es dueña de antigüedades, piezas únicas y objetos extravagantes. Y para los hedonistas gastronómicos, el Mercado de San Telmo es un punto clave que además continúa con la premisa de souvenirs irrepetibles.

Puerto Madero, por otro lado, rinde tributo a las mujeres más importantes del país y los nombres de cada una de sus calles están para demostrarlo. Es un gran homenaje que se corona en el Puente de la Mujer, la magnífica obra de arte del arquitecto español Santiago Calatrava. ¿Sabías que además de ser un puente giratorio con uno de los mecanismos de giro más grandes del mundo, es un símbolo de la cultura musical de Argentina? Tiene que ver con su diseño que representa la figura de una pareja bailando tango. El secreto para interpretarlo está aquí: el mástil blanco simboliza al hombre y la silueta curva a la mujer. Otra locación increíble dentro del barrio es la Reserva Ecológica que con sus 350 hectáreas es el espacio verde más grande de la Ciudad de Buenos Aires. En otras palabras, uno de los paseos preferidos para caminar, andar en bicicleta, trotar, hacer senderismo, avistar aves o pasar el día durante el fin de semana.

Recoleta, a su vez, es un lujo cultural en plena capital. Muchos de sus rincones transportan a más de uno a las calles de París y es porque sus edificios sumamente fotografiables exponen una impecable arquitectura francesa. Por aquí sobran los cafecitos, las plazas, los museos y los bares notables. Hay universidades, paseos comerciales, hoteles de lujo, rooftops y más. Hasta aloja a la Biblioteca Nacional, que es la más importante de Latinoamérica por concentrar aproximadamente dos millones de libros. También está el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) que cuenta con un patrimonio de obras de artistas nacionales e internacionales, y el Centro Cultural homónimo del barrio que seduce a jóvenes de todo el mundo por su espacio interactivo y de vanguardia.  

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Día 2: caminatas, gastronomía y arte por Palermo, Villa Crespo y Belgrano 

En el 2018 la revista turística británica Time Out declaró a Palermo como uno de los barrios más cool del mundo. Es que si San Telmo es la meca del tango, aquí está la cuna de los diseñadores y artistas independientes. No sorprende, entonces, que sus paredes estén repletas de murales y carteles con mensajes para todos los públicos. Estamos hablando del distrito más grande de la capital, así que sobran las propuestas tanto comerciales como gastronómicas. 

Una de sus calles más conocidas es Thames, que fue elegida por Time Out - esta vez en el 2021 - como una de las 10 más geniales del mundo. ¿Hay que ir? Hay que ir. Porque las variables que la posicionan tan alto en la tabla tienen que ver con la comida, la diversión, la cultura y la comunidad.  

A pocos minutos caminando o en auto está el barrio de Villa Crespo. Un polo culinario y comercial que continúa desarrollándose año tras año y hoy también es dueño de restaurantes y murales únicos. Uno de sus mayores exponentes es su mercado homónimo que, con impronta urbana y diseño vanguardista, se abrió al mundo para convertirse en el punto de encuentro de cocineros, comensales apasionados y vecinos.  

El caso de Belgrano se aleja del movimiento constante de las demás coordenadas porque se trata de una zona mucho más residencial que apela a la fibra local. Cuenta con plazas varias para disfrutar al aire libre y zonas icónicas como el Barrio Chino o el Mercado de Belgrano. Este último lleva al frente una vez más la cultura gastronómica del país y ofrece espacios con clases que adentran a los interesados en variables culinarias como las raíces del país, la comida a base de plantas y más.

Día 3: jornada de descanso en Tigre

Una de las mejores maneras de coronar un viaje exprés por Buenos Aires es descansando con vistas privilegiadas al Delta del Paraná. Es que luego de dos jornadas intensas de turismo, la postal acuática de Tigre es la respuesta correcta. ¿Por qué? Porque tanto argentinos como viajeros internacionales lo eligen como sede de relax y disfrute. Naturaleza, paisajismo y gastronomía autóctona son algunas de las experiencias que se desbloquearán por estos pagos. 

En cuanto a las locaciones más reconocidas, está el Puerto de Frutos, un paseo comercial que aunque está abierto todos los días del año, se recomienda visitar los viernes porque es cuando más puestos abren al público. Se pueden encontrar objetos de mimbre, piezas regionales, cerámica, almohadones, antigüedades y mucho más. 

Los buyers, además, visitaron la Isla El Descanso, que postula su arista artística entre jardines que exponen obras de reconocidos artistas argentinos contemporáneos como Pablo Reinoso, Bastón Díaz, Vivianne Duchini, entre otros. La fusión perfecta entre paisajismo, paz y arte al aire.

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