Manual para reconocer un tradicional café porteño
Si el café es antiguo. Si tiene mucha madera, carteles y fotos. Si los mozos tienen camisa o chaleco. Si el menú tiene medialunas de manteca. En esta nota contamos sobre la cultura romántica de los cafés porteños.
Estás sentado en una antigua mesa de madera sobre la Avenida de Mayo. Probablemente tu silla haya sido asiento de figuras icónicas como Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Alfonsina Storni o incluso Carlos Gardel. Un elegante mozo apoya con delicadeza la bandeja sobre el mantel. El aroma inconfundible del café recién hecho es cautivante. El exquisito sabor de las medialunas con manteca absorbe la completa atención de las papilas gustativas. Esas dos maravillas combinadas producen una explosión mágica en el paladar. ¿Queda alguna duda? Estás en un tradicional café porteño en todo su esplendor.
Están relacionados con actividades culturales históricas
Algunos fueron sedes de intensos clubes de lectura con escritores famosos como Cortázar, otros testigos de encuentros políticos clandestinos. En uno incluso Gardel firmó su contrato discográfico, y le siguieron muchos artistas más.
Desfilan una decoración única
Miles de espejos, cuadros y fotos adornan el lugar, probablemente sean de personajes famosos que visitaron el café. También pueden estar decorados con máquinas registradoras antiguas y botellas de gaseosas viejas.
Todos tienen algún que otro escudo futbolístico
Es un clásico de los cafés, bares y restaurantes porteños; porque pocos países son tan apasionados de este deporte como Argentina. Y esto se refleja hasta en la ambientación: banderas colgadas, cuadros y camisetas a puro fútbol, de todos los equipos nacionales y de la Selección Argentina, por supuesto.
Mantienen fachadas con mucha madera
En su interior se puede apreciar mucha madera. En las mesas, las sillas, las paredes y hasta en el mostrador. Era muy característico de la época, y todos los cafés tradicionales se desbordan de este material de primera calidad.
Los mozos van vestidos con camisa, chaleco y moño
Elegancia era la de antes. Siempre distinguidos y con el uniforme impecable, suelen tener una chapita colgada con su nombre. Maestros de los malabares, son expertos en cargar bandejas con cientos de cafés sin derramar una sola gota y con rapidez formidable.
Además, se memorizan tu pedido sin necesidad de anotarlo
Los mozos argentinos tienen una memoria privilegiada y no necesitan el registro de lápiz y papel. Algunos incluso se acuerdan hasta los nombres de los clientes habituales y lo que desean ordenar sin necesidad de preguntar.
El menú incluye las típicas delicias argentinas
Desde los más clásicos, como café con leche, en lágrima o capuccino, hasta manjares dulces y salados como medialunas calentitas de manteca, churros rellenos de dulce de leche o tostados de jamón y queso. La gastronomía, nuevamente, se luce en el país del Fin del Mundo y es uno de los imperdibles de los grandes cafés notables.
Todos los 26 de octubre se celebra el Día de los Cafés de Buenos Aires en honor al Café Tortoni, el más antiguo de la capital. Fundado en 1858, está ubicado justo debajo de la Academia Nacional de Tango. Entre 1926 y 1943 funcionó en su subsuelo la famosa Peña del Tortoni, creada por el conocido pintor Benito Quinquela Martín. Fue escenario de incontables debates, lecturas, cantos e intercambio de ideas entre algunos de los personajes más ilustres del mundo.
Entre los más significativos también figuran el Café de los Angelitos, el Margot, 36 Billares y Las Violetas, que antaño fueron puntos de encuentro de cientos de músicos, políticos, escritores y artistas de todo tipo. A través de sus puertas es posible volver en el tiempo e imaginar las miles de anécdotas, secretos e historias que encierran sus paredes. El lugar ideal para adentrarse en la tradición argentina y compartir charlas y reuniones con un buen café de por medio.
10 pasos para identificarlos
Presentan un antiguo diseño arquitectónico
La arquitectura es del siglo pasado. Todavía se pueden apreciar los mosaicos originales, los majestuosos arcos, los colores opacos de los carteles, los herrajes, las fuertes columnas y las arañas inmensas colgando de los techos altos.
Se encuentran en algunos de los barrios porteños más emblemáticos
Como San Telmo, Monserrat, La Boca o Recoleta, con sus calles empedradas llenas de cultura, cuadras enteras colmadas de jacarandás, edificios históricos y esquinas que aún hoy reflejan la época dorada de Buenos Aires.
Reciben la honorífica distinción de bar notable de la Ciudad de Buenos Aires
Seguramente tenga un cartel al costado de la puerta de entrada que lo identifique. Distribuidos en más de 25 barrios de la capital, hay casi 100 bares y confiterías que reciben esta mención especial. ¿La razón? Son mucho más que un espacio para desayunar o merendar: son parte de la identidad del país.