La mejor manera de recorrer la Puna de Argentina

Guía para viajar por una de las regiones más sorprendentes de Sudamérica, con paisajes espectaculares que parecen de otro planeta y pueblos detenidos en el tiempo.

Volcanes, salares y desiertos de colores a más de 3 mil metros de altura son algunos de los paisajes increíbles que distinguen a la Puna, una región extraordinaria no solo de la Argentina sino también del continente. Se puede llegar desde Salta, Jujuy o Catamarca, y conocer sus imperdibles siguiendo las propuestas de La Ruta Natural

 


Puntos de partida 


La mayoría de los destinos de la Puna son inhóspitos y alejados de grandes centros urbanos, ideales para vivir un viaje de aventura intenso. Se suelen visitar en excursiones con guía o expediciones que parten de la Ciudad de Salta, San Salvador de Jujuy o San Fernando del Valle de Catamarca, como también desde las localidades turísticas de la Quebrada de Humahuaca. 


Desde San Salvador de Jujuy se puede recorrer la Quebrada de Humahuaca y pasar de los valles a la altura de la Puna. Cerca de Purmamarca y por la Cuesta de Lipán, se llega a las famosas Salinas Grandes. Al norte de la provincia, se destacan la Laguna de los Pozuelos y el Valle de La Luna jujeño en Cusi Cusi. 


En medio de valles verdes, la ciudad de Salta es la puerta de entrada a la Puna salteña. A través de la Quebrada del Toro y por un camino de asfalto, la Ruta Nacional 51 trepa hasta los 4 mil metros de altura en San Antonio de los Cobres. Desde esta localidad es posible conocer el Viaducto la Polvorilla por donde pasa el famoso Tren a las Nubes. También se puede ir hasta Tolar Grande para recorrer sus maravillosos salares y volcanes.  


Desde el sur, el portal de la Puna catamarqueña es Antofagasta de la Sierra. Esta localidad turística está a 551 km de San Fernando del Valle. El paisaje es un atractivo en sí mismo: se cruzan cuestas y caminos escénicos. La Reserva Laguna Blanca y el Campo de Piedra Pómez son los imperdibles de esta zona. 



Cuándo ir 


El mejor momento del año para recorrerla es durante la época seca: de abril a mayo o de octubre a noviembre. La temporada de lluvias generalmente es de diciembre a marzo y algunos caminos pueden volverse intransitables.  


Por la altura, las temperaturas suelen ser muy bajas en invierno e incluso en las noches de verano: hay que llevar abrigo. Para observar aves, la recomendación es consultar el calendario de naturaleza en la web de La Ruta Natural. Es imprescindible tomar precauciones contra el mal de altura, la insolación y la deshidratación para disfrutar la experiencia a pleno. 



Seis imperdibles 


Salinas Grandes 


A 3450 msnm, las Salinas Grandes se cubren de agua en temporada de lluvias y el color turquesa crea un escenario único. Ya sea caminando un rato o explorando los caminos internos con guías locales, este desierto de sal regala postales y recuerdos inolvidables. Se puede visitar todo el año, accediendo en vehículo o con excursiones.

Salinas Grandes en Jujuy, a 3450 msnm. 

Cusi Cusi 


El Valle de la Luna de Cusi Cusi es el secreto de la Puna jujeña. Se trata de un rincón de la Argentina poco conocido y maravilloso: un valle con extrañas formas, paisajes espectaculares y colores “marcianos” a la vera de la Ruta Nacional 40. 

El Valle de la Luna de Cusi Cusi, el secreto de la Puna jujeña. 

Laguna de los Pozuelos 


El Monumento Natural Laguna de los Pozuelos es uno de los grandes humedales de la Puna y un gran destino para visitar en el día. El paisaje asombra a quienes hacen avistaje de aves y a aquellas personas que disfrutan de los paisajes extremos y solitarios. 

Tren a las Nubes 


Si hay una imagen que identifica a la Puna es la del Viaducto La Polvorilla, una fantástica obra de ingeniería que sostiene el paso de otro ícono, el Tren a las Nubes, que cruza la mítica Ruta Nacional 40. El Viaducto La Polvorilla puede visitarse todo el año. Para el Tren a las Nubes, conviene reservar el boleto con anticipación.

Tolar Grande 


Para viajeros y viajeras con alma de expedicionarios y muchas ganas de aventura, Tolar Grande es un lugar agreste, de belleza espectacular y con atractivos como el Desierto del Diablo, el Cono de Arita, los Ojos de Mar, el Salar de Arizaro, entre muchos otros.

El Desierto del Diablo, uno de los sitios más aislados de la Puna salteña.

Antofagasta de la Sierra 


A 550 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, Antofagasta de la Sierra y el pequeño pueblo de El Peñón son ideales para descubrir los numerosos atractivos que ofrece la Puna catamarqueña, tan espectacular como poco conocida, con varios volcanes y el inmenso Campo de Piedra Pómez.

El Campo de Piedra Pómez, un “mar” de roca blanca a más de 3 mil metros de altura en Catamarca.

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