Carla Mouriño: “Mi experiencia en argentina como nómade digital no ha podido ser mejor”
Hija de un padre argentino, esta renombrada periodista española especializada en viajes comparte sus experiencias en Argentina y alienta a sus colegas a visitar el país 'sin dudarlo
Imagina una tarde en un café de Palermo, entre viñedos en Mendoza, con el sonido de fondo de las Cataratas del Iguazú o frente a un lago cristalino en la Patagonia. Las posibilidades son infinitas. Con su notebook en mano, las ideas fluyen mientras Carla Mouriño, una destacada periodista de viajes española, vive momentos inolvidables en Argentina.
Carla es una nómade digital, una tendencia laboral en auge entre los jóvenes del mundo, que permite a los países aumentar el turismo internacional. Como hija de un argentino, su amor por el país es innegable. En su diálogo con Visit Argentina, comparte sus vivencias y recomienda a los nómades digitales explorar estas fascinantes tierras.
En San Valentín, el día de los enamorados, traemos esta historia de una extranjera enamorada de Argentina:
Has recorrido muchísimos destinos y vivido diversas experiencias. ¿Qué encontraste de diferente en Argentina?
La verdad es que Argentina me hace sentir en casa: es la sensación de estar en un lugar que te acoge, te abraza. Además, creo que es un destino inesperado y eso me encanta, alimenta mi naturaleza curiosa, siento que puedo descubrir algo nuevo en la siguiente esquina, en la otra provincia, en un pueblo del que jamás antes había escuchado hablar.
¿Qué le dirías a una Nómade digital para que haga su experiencia en nuestro país?
Que sin pensarlo venga porque va a vivir una experiencia que va a quedarse para siempre con él/ella porque lo más bonito de Argentina es poder estar un tiempo y experimentar la vida aquí: esa manera de conectar con las personas, comer y disfrutar de una sobremesa, salir a un recital, encontrarte jazz en directo en una librería de Buenos Aires, sentir la inmensidad del Fin del Mundo, perderte en un lago de la Patagonia y pensar si es real o no, tomarte un vino mirando Los Andes, o acabar haciendo un asado en casa de alguien que conociste días antes.
¿Cuál es el plato más destacado de la gastronomía argentina?
No puedo elegir, pero es cierto que soy una apasionada de la milanesa con patatas porque creo que es el ejemplo perfecto de que algo muy sencillo puede ser increíble y dar mucha felicidad.
¿Cómo contarías tu experiencia de nómade digital en el país?
Mi experiencia como nómade digital no ha podido ser mejor. Estuve mayoritariamente instalada en Buenos Aires y tuve todo lo que necesitaba: buen wifi, cafeterías para trabajar, una ciudad accesible y fácil de moverse en transporte público y con mil cosas que hacer, pero mil eh. La verdad es que cada semana conocía a gente nueva, iba a conciertos o descubría un rinconcito que nunca antes había estado, además de probar todos los restaurantes increíbles. Vuelvo cada año, de hecho.
¿Qué imagen turística tiene Argentina en España?
Creo que es algo desconocida y quizás no un destino tan habitual si no tienes a alguien cercano que haya ido. Se conoce mucho la Patagonia o las Cataratas del Iguazú, pero se ve como un destino algo alejado al que ir bastante tiempo en un viaje en el que invertir. No obstante, creo que es sabido que hay un amor maravilloso entre ambos países y no conozco a nadie que haya visitado Argentina que no haya vuelto fascinado.
Tu padre es argentino. ¿Sentiste en Argentina un destino familiar?
¡Sí! Siento Argentina un hogar, son mis raíces y creo que tengo mucho de Argentina. Si la pregunta va por si es apto para familias, creo que el hecho de que tenga tantísima naturaleza lo hace perfecto para viajar en familia y combinar los destinos más de tranquilidad con lo vibrante que es Buenos Aires.
¿Cómo sería trabajar una tarde con tu notebook en un destino turístico de Argentina?
Una tarde maravillosa saldría de mi departamento en Buenos Aires e iría caminando entre la arbolada hasta alguna cafetería que me gusta: Cuervo, Piccolina, Oli Café, me pediría probablemente una merienda, café con leche y un alfajor (¿Por qué no?) y me pondría a escribir mientras el sol va cayendo. De ahí seguro que salgo con un plan para tomar vinitos, sin duda.